EL SOCOGUI DE MI INFANCIA

He elegido de cabecera de éste facebook, una fotografía del barco Socogui, por los recuerdos que me trae de mi infancia. En efecto este barco perteneciente a la Naviera Forestal Africana, de Santander, atracaba en la década de los 60, en el puerto de manera regular.

En sus bodegas traía gruesos troncos desde Guinea y Costa de Marfil, en África Occidental, para la fábrica de tableros y puertas Marga. Eran troncos de madera de áreas tropicales, cuyos diámetros eran inusuales en estas latitudes.

Imagen del Socogui , con su carga regular. Imagen de Teo Dietrich

Los troncos se descargaban en unos largos remolques que, tirados por tractores, eran conducidos hasta la fábrica a través de la calle Castilla, mezclados con el tráfico urbano. Cada remolque cargaba dos o tres troncos, dependiendo del diámetro de éstos.

La Marga era una gran factoría, ubicada en el Parque del mismo nombre, en la salida de Santander hacia Bilbao por la carretera de la costa. Fabricaba tableros y puertas planas y en ella trabajaban más de 400 trabajadores. Únicamente se conserva la portería de la fábrica. En sus terrenos, aparte del parque, se ha construido el IES Alberto Pico y las instalaciones deportivas Orlando. Su cierre coincidió con el proceso de descolonización de Guinea Española, hoy denominada Guinea Ecuatorial, en 1969,  que era de donde se obtenía la materia prima.

Vista aérea del parque de la Marga, instalaciones deportivas y el IES Alberto Pico. Al norte las naves de FEVE

En la década de los 60, cuando el barco llegaba a puerto, los chavales del barrio bajábamos a comprar cocos que nos vendían a una peseta. Lo hacían algunos miembros de la tripulación y así se sacaban unos dinerillos.

Al respecto hay que recordar que en aquella época,  los cocos eran una fruta exótica, que solo se podía comer  una vez al año, durante las fiestas de Santiago, que se hacían en la plaza de las estaciones, donde se ubica actualmente la estación de Autobuses de Santander. Estos mismos marineros nos enseñaban pájaros tropicales como loros y cacatúas, que tenían en cubierta. 

EPÍLOGO. Siguiendo el rastro a la vieja siderurgia

A través de una docena de entradas hemos tratado de explicar las modificaciones habidas en el espacio urbano de un barrio de Santander, que tomó el nombre de una siderurgia.

Un cambio tecnológico en un proceso productivo –el paso de una siderurgia integral a una moderna acería- libera cantidad de espacios que sirven para modificar el paisaje. Si anteriormente nos encontrábamos con un complejo industrial compuesto por varias empresas con sus espacios sociales rodeándola, actualmente nos encontramos construcciones residenciales construidas en altura y dotaciones de todo tipo de infraestructuras, incluidas las económicas concentradas en los sectores secundario y terciario.

Diagrama de flujo del proceso de la Global Steel Wire

Los responsables de la vieja siderurgia aprovecharon la coyuntura para capitalizarse, liberando espacios anteriormente ocupados. No es casual que hayan derribados los cuatro barrios que disponía para sus trabajadores – San Juan, El Carmen, el Bartolomé Darnís y el de la Estación,  así como las dotaciones sociales asociadas.  Con los derribos desaparecieron los ejemplos de arquitectura social de mitad de siglo pasado. De la época queda el barrio de Santiago El Mayor, que al ser del Episcopado, no pudieron derribarlo.

En su lugar se han construido 1772 viviendas e incorporado al barrio tres mil nuevos vecinos con dotaciones públicas, como centro de salud, colegio público, centro cívico, biblioteca pública, iglesia, campo de fútbol, piscina, carril bici y conexión de autobuses con el centro de la ciudad. Todo este proceso se ha desarrollado en los últimos 20 años, coincidiendo con el proceso de la burbuja inmobiliaria de nuestro país. 

Imagen de un gran almacén  del barrio

Símbolos tan icónicos en una siderurgia como son las chimeneas cilíndricas, construidas con ladrillo macizo, no ha quedado alguna de las siete que llegó a tener.

Una transformación tan grande de una zona, como la ocurrida en este barrio, no tiene antecedentes en Cantabria y éste proceso merece la pena estudiarlo  y darlo a conocer.

En consecuencia se debería iniciar un proceso desde la Asociación de vecinos del barrio, para elaborar un calendario de charlas, incluidas visitas guiadas por el barrio, a fin  de  convencer al  ayuntamiento para que edite un desplegable que explique el proceso y elabore algunas rutas de visita, para hacerlas andando, en bici .. o por otros medios. Los vecinos mayoritariamente han venido de fuera y desconocen cómo era el barrio anteriormente.

Estación de FEVE de Nueva Montaña

Simultáneamente y desde el colegio público, los profesores apoyados con la ayuda externa que necesiten,  deberían  elaborar una unidad didáctica que darían a conocer a sus alumnos mediante visitas parciales al barrio que los acoge.

Todo ello debería desembocar en un nuevo itinerario turístico que el Ayuntamiento de Santander debería  elaborar y colgar en su página web https://santanderspain.info/11-itinerarios-por-la-ciudad/

Esperemos que entre todos conozcamos y demos a conocer el proceso de cambio tan profundo, realizado en tan pocos años.

LOS FERROCARRILES DE NUEVA MONTAÑA QUIJANO. Siguiendo el rastro de la vieja siderurgia.

La vieja siderurgia dispuso de una red propia de ferrocarriles por su interior y al menos dos conexiones  con el exterior, por donde le llegaban insumos o por dónde sacaba sus productos.

Para abastecerse de mineral de hierro, la compañía adquiere en subarriendo el rico coto minero de Camargo, llamado Las Deseadas. Para ello proyectó y  construyó el trazado de un ferrocarril de algo más de siete kilómetros, que unía las minas con la factoría. Fue inaugurado en 1906 y disponía de un túnel de 450 metros. La boca sur se iniciaba en Herrera, mientras la desembocadura, en su parte norte, lo hacía en las Presas.

Actual boca norte del túnel del ferrocarril minero en las Presas 

El funcionamiento de este ferrocarril minero tuve oportunidad de conocerlo: los veranos de la década de los 60 los pasaba en casa de unos familiares en Herrera de Camargo y la casa estaba cerca de la trinchera de unos cinco metros de altura, donde se iniciaba el túnel en su boca sur. Actualmente la trinchera ha sido rellenada.

Recuerdo que la tracción se hacía con maquinas de vapor que movían vagones de 30 toneladas cada uno, fabricados en los Talleres de San Martín, los astilleros navales que había donde se ubica el dique seco de Gamazo y el  Palacio de Festivales. Las maquinas eran de fabricación alemana. Una de esas  maquinas, La Reyerta, se encuentra expuesta junto a la antigua estación de Puente Viesgo, del ferrocarril Astillero – Ontaneda. La marcha del convoy era muy lenta y se cerraban algunas carreteras comarcales a su paso.

Maquina vapor  del tren minero  La Reyerta, expuesta en Puente Viesgo

El segundo trazado era con el puerto de Santander.  Los volúmenes de carbón necesario en los altos hornos eran muy elevados y estos llegaban vía marítima. El puerto de Santander desde hace muchos años ha dispuesto de un muelle especifico llamado de Nueva Montaña, para facilitar los tráficos, anteriormente con la vieja siderurgia y actualmente con la moderna acería.

Muelle de Nueva Montaña, en puerto de Santander

El carbón se introducía en la vieja siderurgia a través  de una línea férrea que discurría por la parte trasera del polígono de Parayas y cruzaba la autopista por un paso elevado para adentrase en la factoría. El paso elevado, tal como se observa en la  fotografía de la época, se encontraba a la altura de la actual calle Río Saja y continuaba por encima de su trazado.

En la elipse, el paso elevado de la conexión ferroviaria con el puerto

Para el servicio interior de la factoría, NMQ disponía de siete locomotoras de vapor, de dos ejes, construidas por La  Maquinista  Terrestre y Marítima, en 1901. El numero de locomotoras presentes, nos advierte del elevado trasiego ferroviario dentro de la fábrica.

convoy de carbón para la factoría

¿QUÉ HABÍA DEBAJO DEL CORTE INGLÉS? Siguiendo el rastro de la vieja siderurgia.

Los grandes almacenes El Corte Inglés se inauguraron en Cantabria en 1999.  Aunque parece que fue ayer ya llevan entre nosotros 19 años. El tiempo pasa que es una barbaridad. Precisamente, en los días finales del pasado año y en el pasillo de la librería, estuvieron expuestas algunas portadas del Diario Montañes, donde aparecen las alusivas a la inauguración del centro.

Vista aérea del Corte Inglés

Esta instalación es uno de los 95 centros que hay instalados en nuestro país, dedicado a la distribución de productos compuesto por empresas de diferentes formatos, siendo la principal la de los grandes almacenes.

La construcción se inició en 1996 y se desarrollo en los terrenos de la vieja siderurgia, concretamente detrás de las instalaciones sociales que ya hemos visto: club social e  iglesia de Carmen, donde se ubicaban los terrenos deportivos.

Año 1997. A la derecha, construyendo el gran almacén

Esta superficie está formada por terrenos ganados a las marismas de Raos, mediante el proceso de depositar las escorias sobrantes del proceso productivo, durante los más 80 años que duró funcionando la siderurgia integral. Es decir el Corte Inglés y las viviendas situadas más al oeste, incluida la nave subestación de Electra  de Viesgo, están levantadas sobre la escombrera de la vieja siderurgia.  

En la parte marcada se levantó el Corte Inglés

Si alguien pasea por los bordes de la marisma, podrá observar las escorias que forman la  composición del terreno.

Borde de escombrera formada por residuos siderúrgicos

La superficie ocupada por El Corte Inglés en la escombrera es de unos  40.000 m2, sin contar la superficie de los viales y de los aparcamientos que le rodean. Tal como se aprecia en la fotografía antigua, hubo que derribar un inmueble que debían ser vestuarios deportivos.

¿DÓNDE ESTABA LA CEMENTERA? Siguiendo el rastro de la vieja siderurgia

Como materiales de construcción en una u otra forma, las escorias siderúrgicas parecen haber sido utilizadas por primera vez en Inglaterra, desde el primer tercio del siglo XVIII.

Entre las adiciones que tienen por objeto ahorrar energía en la fabricación de cementos, aprovechar subproductos y contribuir a la conservación del medio ambiente incontaminado, tienen especial importancia y utilidad las escorias siderúrgicas.

Éstas son útiles como adición al clínker de cemento portland para fabricar los cementos portland siderúrgicos o de horno alto, por cuanto que tienen capacidad hidráulica latente o potencial. Es decir, que finamente molidas y amasadas con agua son capaces de fraguar y endurecer por sí mismas, y más aún bajo la acción de un activador.

Con estas premisas tecnológicas previas, no resultaba absurdo que Cementos Alfa, instalase una pequeña cementera, pegada a la vieja siderurgia, a fin de aprovechar las escorias de los dos altos hornos  de NMQ.

En la elipse , ubicación de la cementera

El clínker, que eran el componente fundamental, son unas bolitas formadas tras calcinar caliza y arcilla a una temperatura que está entre 1350 y 1450 °C, se traía, vía  ferroviaria, desde Reocín, según me comentó Manuel Quevedo, que tuvo que descargar algún vagón en su vida laboral.

La cementera se instaló al costado norte de la antigua Funditubo y dentro del complejo industrial eran las instalaciones más cerca de la ciudad de Santander.

Cementeras de la zona norte, donde se incluye la de NMQ, con sus producciones. hacia 1956

Desconozco su historia. Creo que la tuvo efímera y por supuesto mucho más corta que la siderurgia. Posiblemente la apertura de la planta cementera de la  misma empresa en Mataporquera, con mucha mayor capacidad de producción, conllevase el cierre de la planta santanderina.

Donde se encontraba la cementera, actualmente hay unas instalaciones de depuración de aguas y una planta de clasificación de carbones, según se aprecia en la foto actual. Estas instalaciones se encuentran en el costado la calle la peseta actual. 

En la elipse , superficie donde se ubicaba Cementos Alfa. A la derecha instalaciones de San Gobain PAM 

EL BARRIO SANTIAGO EL MAYOR Y EL COLEGIO PÚBLICO SAN LORENZO. Siguiendo el rastro de la vieja siderurgia.

Independientemente de las iniciativas de la empresa para construir barrios que alojasen a sus trabajadores, las hubo privadas como la desarrollada por la Acción Católica, creando la empresa Constructora Benéfica Santiago El Mayor.

Así nace el barrio del mismo nombre, construido a la vera de la siderurgia y al lado del barrio San Juan. La empresa benéfica  entrega las primeras 10 viviendas, de planta baja, de unos 50 m2, dotadas de jardines. En año posteriores amplían a 90 más dando lugar al actual barrio Santiago El Mayor. La inauguración se produce en 1950

Barrio actual de Santiago el Mayor. El edificio bajo de mano derecha, el colegio público San Lorenzo

Inicialmente residían en ellas gente no vinculada necesariamente a la siderurgia. Se construyeron pensando en los ciudadanos que habían perdido sus viviendas durante el incendio de Santander, en 1941.

Hubo que construir unas escuelas nacionales para los niños de la barriada –recordar que los hijos de los trabajadores de NMQ iban a los colegios de la compañía- que tomó el nombre de San Lorenzo. Era un bonito edificio de planta baja, en forma de H, donde se estudiaba segregado por sexos.

Ya en la década de los 80, el obispado de Santander llegó a  un acuerdo con la compañía, afín de que los niños y niñas del Santiago El Mayor, pudiesen estudiar en los colegios de la compañía, junto a los hijos de los trabajadores.

Esta circunstancia conllevó el cierre del colegio nacional y la transformación del mismo en 5 viviendas, actualmente ocupadas. 

Viejo colegio, transformado actualmente en 5 viviendas

ENTRADA A LA FACTORÍA/LLEGADA DE CONFORAMA. Siguiendo el rastro de la vieja siderurgia.

La entrada a la factoría se hacía a través de lo que hoy es la Avenida de Nueva Montaña y junto a la primera glorieta de distribución del tráfico, que viene de Santander.

En la fotografía antigua se observa una especie de doble entrada con sendas cabinas de vigilancia. Por una, la de mano derecha se ubica la entrada peatonal y de vehículos, mientras que a la izquierda, se encontraba la salida de vehículos. La verja recoge el famoso logotipo de la siderurgia –un caballo- y la bandera española.

Antigua entrada a la siderurgia

La antigua entrada coincide hoy con la ubicación de la nueva  gasolinera de Cepsa, llamada ES. Nueva Montaña.

La gasolinera de Cepsa se sitúa donde estaba la entrada a la siderurgia

Al costado izquierdo de la gasolinera existe un solar de 10.000 m2 donde recientemente se han iniciado excavaciones, a fin de construir un Conforama. Esta es una empresa de grandes almacenes especializada en la venta de sofás, colchones, muebles, electrodomésticos y decoración. La llegada de este gran almacén completará los existentes: el conglomerado de El Corte Inglés y Bricomart.

Solar donde se está instalando Conforama

Este solar es el resultado del derribo de un conjunto de inmuebles, ubicados al costado de la entrada de la antigua siderurgia, tal como se observa en la fotografía antigua.

Remarcado el solar sobre la vieja siderurgia, donde se construirá Conforama