La vieja siderurgia
dispuso de una red propia de ferrocarriles por su interior y al menos dos
conexiones con el exterior, por donde le
llegaban insumos o por dónde sacaba sus productos.
Para abastecerse de
mineral de hierro, la compañía adquiere en subarriendo el rico coto minero de
Camargo, llamado Las Deseadas. Para
ello proyectó y construyó el trazado de un
ferrocarril de algo más de siete kilómetros, que unía las minas con la factoría.
Fue inaugurado en 1906 y disponía de un túnel de 450 metros. La boca sur se
iniciaba en Herrera, mientras la desembocadura, en su parte norte, lo hacía en
las Presas.
Actual boca norte del túnel del ferrocarril minero en las Presas |
El funcionamiento
de este ferrocarril minero tuve oportunidad de conocerlo: los veranos de la década
de los 60 los pasaba en casa de unos familiares en Herrera de Camargo y la casa
estaba cerca de la trinchera de unos cinco metros de altura, donde se iniciaba el
túnel en su boca sur. Actualmente la trinchera ha sido rellenada.
Recuerdo que la
tracción se hacía con maquinas de vapor que movían vagones de 30 toneladas cada
uno, fabricados en los Talleres de San Martín, los astilleros navales que había
donde se ubica el dique seco de Gamazo y el Palacio de Festivales. Las maquinas eran de
fabricación alemana. Una de esas maquinas,
La Reyerta, se encuentra expuesta
junto a la antigua estación de Puente Viesgo, del ferrocarril Astillero –
Ontaneda. La marcha del convoy era muy lenta y se cerraban algunas carreteras
comarcales a su paso.
Maquina vapor del tren minero La Reyerta, expuesta en Puente Viesgo |
El segundo trazado
era con el puerto de Santander. Los volúmenes
de carbón necesario en los altos hornos eran muy elevados y estos llegaban vía marítima.
El puerto de Santander desde hace muchos años ha dispuesto de un muelle especifico
llamado de Nueva Montaña, para
facilitar los tráficos, anteriormente con la vieja siderurgia y actualmente con
la moderna acería.
Muelle de Nueva Montaña, en puerto de Santander |
El carbón se introducía
en la vieja siderurgia a través de una línea
férrea que discurría por la parte trasera del polígono de Parayas y cruzaba la
autopista por un paso elevado para adentrase en la factoría. El paso elevado,
tal como se observa en la fotografía de
la época, se encontraba a la altura de la actual calle Río Saja y continuaba por
encima de su trazado.
En la elipse, el paso elevado de la conexión ferroviaria con el puerto |
Para el servicio
interior de la factoría, NMQ disponía de siete locomotoras de vapor, de dos
ejes, construidas por La Maquinista Terrestre y Marítima, en 1901. El numero de
locomotoras presentes, nos advierte del elevado trasiego ferroviario dentro de la
fábrica.
convoy de carbón para la factoría |